No podemos amarnos,
hemos muerto tantas veces.
Cada día con sus horas
la distancia nos acorta
la sed del deseo...
hay relámpagos
en la neblina del tiempo.
No sé de tu voz,
ni de tu risa acompasada
y por el brillo de tu pelo,
quizás el sol,
buscó una nueva letanía
y mi dolor inundó todo,
como la lluvia
que moja la tierra.
Uffff....¡qué decirte!..Me llegó al alma.
ResponderEliminarAbrazos RoseMarie.