Nos buscamos
desde las rodillas
hasta el verso.
Donde pones
las manos,
yo enciendo
el cielo
y tu voz
descansa,
en la punta
de mi lengua,
en un beso.
hasta el verso.
Donde pones
las manos,
yo enciendo
el cielo
y tu voz
descansa,
en la punta
de mi lengua,
en un beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por estar presente y dejar tu valioso aporte. Me hace muy feliz...