Asustado, huye y espera el llamado que lo libere.
Mientras tanto, ha juntado alternativas
en una bodega, escondida en el bosque.
Allí, en el día espera, hasta que pasen los miedos
y pueda volver a casa. Pero de noche,
cuando todos duermen, vuelve la angustia
de aquel sueño, en que se encienden las luces
las balas entran, quitándoles la vida
y donde escucha, las voces que repiten
han muerto, han muerto los olvidados,
los marginados hombres.
los marginados hombres.
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© RoseMarie M Camus Design & Photography
¡Qué terrible premonición!
ResponderEliminaraunque peor es el destino de ser un olvidado.
Un abrazo.
Así es querido amigo. Me impactó una película que vi, acerca de los gitanos. Un besito y mil gracias!
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