He olvidado tu voz,
la ligereza tibia
en mi oído
y cruje terrible,
la palabra del viento.
Tu boca muda
no hace intentos,
se aleja de mí
enfriando, aún más,
la distancia.
Pero algo queda
de este círculo,
consciente quizás,
de un susurro que se ahoga
en el rictus de mi rostro.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Hola RoseMarie, si llegamos al momento de olvidarnos de la voz amada, es porque en nuestro corazón ya no tiene cabida esa persona.
ResponderEliminarUn abrazo.