Todos quieren hablar de ti.
Se atreven a insinuar
en sus miradas obtusas,
sobre el latido que me atrae.
Nada conocen los ilusos.
¡Sólo yo lo sé! ¡Yo, que te amo!
Yo, que tomé del sol naciente,
tu sonrisa fresca, alborotada
y del continente,
todo el verde de tus ojos.
Cuando me acerqué al mar,
te conocí en su vals continuo,
en lo suave y tibio de sus olas,
en sus besos de espuma generosa.
¡Qué saben de ti los demás,
sino combatieron
con un enjambre de rosas!
Yo lo aprendí lentamente de tu pelo.
Admirada ante la espiga, deslumbrada
por sus aristas de fino oro.
Y cuando sentencié mis manos
al contacto de las tuyas,
descubrí la tierra impalpable.
Lo árido y triste, inundó a otro mundo.
De ti, lo sé todo y lo espero todo,
cada vez que mis huesos se acomodan,
acuartelados por la suavidad de un roce.
En la unión más pura, de una sábana que arde.
© Internet Photography
© RoseMarie M Camus Poetry & Designe
Solo tú lo sabes. Solo tú que amas y comprendes.
ResponderEliminarBelleza en palabras.
Un abrazo querida RoseMarie.