Tiene la palabra
pegada a la boca
y su silencio,
le impide
decir cada verdad,
sólo insinúa mirarme,
humedecerme los ojos
y llenarme,
con un rayo de luz
perpetuo
y no sabe,
que todo
lo que escucho,
sale de sus manos,
de su cuerpo
fundido
en estas arenas
de desierto
que le piden piedad,
entre el sol
de su pelo
y de sus labios
que se oscurecen
con la noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por estar presente y dejar tu valioso aporte. Me hace muy feliz...