De seguro había sol,
donde pusiste los ojos.
En mí, había luna,
fría y lejana,
como voz de ultratumba.
Pero insististe,
desamarraste mi maleza,
entibiaste,
hasta mi piel seca,
y no pudiste
tocarme por dentro.
Era yo,
mi propio calabozo,
sellado por la muerte.
© RoseMarie M Camus's Photography & Poetry
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por estar presente y dejar tu valioso aporte. Me hace muy feliz...