Desde antes,
tu mano deshace
un camino de espuma
y me hace un vestido nocturno,
de viento ceniza,
hasta soplar en mis manos,
un recuerdo,
que ilumina el abrigo
en que te llevo.
© Internet's Photography
© RoseMarie M Camus's Poetry & Design
Viaje de barco
sobre aguas serenas
llega a puerto.
© RoseMarie M Camus's Photography & Poetry
Dos que se unen,
derrotan al silencio
y reviven al único verbo
de la poesía.
© Internet's Photography
© RoseMarie M Camus's Poetry & Design
Llegabas atropellando
el murmullo del silencio,
a la casa vacía,
lleno de delitos inconfesables.
Tanto amor,
mató la consciencia
y desnudo los faroles
de las calles.
Pero, llegabas con la sonrisa
impuesta en los labios,
nombrándome,
aún sabiendo que no estaba
y que el recuerdo, en ese lugar,
era tu cárcel.
© André Kertesz's Photography
© RoseMarie M Camus's Poetry & Design
Pensé que habías muerto,
junto a los recuerdos,
pero hoy, apareciste tan vívido,
entre mis sueños...
¿o sería yo, el fantasma,
que rondaba por tu cabeza?.
© Vangelis Bagiatis's Photography
© RoseMarie M Camus's Poetry & Design
Esa lentitud del tiempo en que caminas,
como un camaleón herido.
Imprescindible es la huella que dejas,
clavada en el alma del minutero,
esa, en que desvarías sintiendo el olvido
y donde crees, que las horas no vuelven.
Por eso, ahogas en tus ojos,
un reloj de arena.
© Katia Chausheva's Photography
© RoseMarie M Camus's Poetry & Design
Sobre el vidrio descansa la luna,
refleja su luz de asfalto marfil
suavizando la noche, que afuera,
en el umbral desolado, emana dolor.
© André Kertesz's Photography
© RoseMarie M Camus's Poetry & Design
Vuelas gaviota
sobre el mar que te espera
siempre en libertad.
© RoseMarie M Camus's Photography & Poetry
Sobre la tibia arena,
nuestras huellas nos siguieron,
hasta descansar en la orilla
de un próximo sentimiento.
© RoseMarie M Camus's Photography & Poetry
Viste en azul la tristeza.
Un puñado de voces
inundando el silencio
y entre manos, ahogando,
un viaje sin vuelta.
© Katia Chausheva's Photography
© RoseMarie M Camus's Poetry & Design
Bajo nuestro cielo,
se anclan los deseos
y se duermen de la mano,
hasta envolverse, suavemente,
en pinceladas de luna y de estrellas.
© RoseMarie M Camus's Photography & Poetry
Dejan sus huellas
bajo un sol tormentoso
formas de arena.
© RoseMarie M Camus's Photography & Poetry
Donde cae el otoño
y la soledad refleja
la mano de la muerte,
siempre habrá una luz
que destelle un espejo.
© Katia Chausheva's Photography
© RoseMarie M Camus's Poetry & Design
La amé desde el primer momento
y ella, cambió mi vida para siempre.
© RoseMarie M Camus's Photography & Poetry
Él casi no llora
porque se le quedan
las lágrimas en la garganta
y le sangran las palabras
del ahogo.
© Vangelis Bagiatis's Photography
© RoseMarie M Camus's Poetry & Design
Inseguro de la primavera,
acariciabas todas las flores
como si éstas,
fueran a caerse del universo
y te quedaras
con las manos vacías,
oliendo sólo a silencio
y a ramilletes olvidados,
en las esquinas de la muerte.
© RoseMarie M Camus's Photography & Poetry
Entre la sutil brisa y el calor
desbordante de un sol primaveral,
estaba la vida que nos cedía espacios.
Yo con la vicera tapando mis ojos
y el cigarrillo humeando inmutable,
al lado de mil palabras no escritas
y tú, leyendo poemas bajo el ronroneo
y las caricias de un gato negro.
Todos en su mundo casi perfecto
de afectos y actos incontenibles.
Sin duda, respirar no era en vano
en esta fauna nuestra.
© André Kertesz's Photography
© RoseMarie M Camus's Poetry & Design