Apagué
la luna y al sol,
lo resguardé
entre las nubes.
Así, en el agua,
cerré las compuertas
y atrapé,
los peces dorados.
Sin luz, sin brillo,
sin nada
que perturbara
mi mente,
cerré los ojos
y recordé,
secretamente,
su rostro.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Mucha capacidad de evocación hay en este poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Julio, un abrazo.
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