Esos ojos que ya no se asombran ni esperan nada en concreto...pero después de cada Tormenta, el Sol vuelve a brillar y, quizás, con mayor intensidad.Un abrazo.
Precioso poema amiga...nunca es tarde...Ahora comentándote en tu blog.CariñosMónica Vidal
Gracias por estar presente y dejar tu valioso aporte. Me hace muy feliz...
Esos ojos que ya no se asombran ni esperan nada en concreto...pero después de cada Tormenta, el Sol vuelve a brillar y, quizás, con mayor intensidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso poema amiga...nunca es tarde...
ResponderEliminarAhora comentándote en tu blog.
Cariños
Mónica Vidal