ENTRADAS DEL DÍA...

sábado, agosto 13, 2011

CONTIGO, PAN Y CEBOLLA...



Ella era bailarina de un concurrido local nocturno. Tenía muchos admiradores que la frecuentaban con cierta regularidad y le hacían regalos, que aceptaba agradecida. 
Aunque se sabía hermosa, se ocultaba tras el velo del traje de la danza del vientre. El dueño del local estaba encantado con su
show, por lo que le pagaba un dinerito extra y le hacía alguno que otro cariñito que recibía para no perder el trabajo. Y era lógico, no sabía mas que bailar su ritmo de odalisca. Su vida transcurría entre el escenario y la pieza que arrendaba. En esas noches de bohemia, conoció a un nuevo cliente, del cual se enamoró y casó. Así, terminó su trabajo y su vida de sueños y pequeñas regalías. Su tiempo se limitó a los quehaceres domésticos de una pequeña y humilde casa. Durante algunos meses vivió tranquila pero al cabo del primer año, el hombre perdió el trabajo y comenzaron los problemas. Ella para suavizar el
ambiente, cada noche ponía su “cassette” y le bailaba a su marido la danza de los siete velos. Él ni siquiera se molestaba en mirarla. Sólo seguía bebiendo perdido en un vaso de vino. Hasta 
que una noche, ella le dijo que quería volver a trabajar, puesto que la situación era crítica y ni siquiera tenían para comer. Esto provocó la ira del hombre, quien de un puñetazo la tiró al suelo rasgando el velo de su rostro.
Antes de ir a dormir y a modo de disculpa, el hombre la  abrazo, jurando no volver a tocarla y la invitó a subir al dormitorio. Pero ella llena de dolor y rabia contenida, se quedó llorando en la cocina.
Al amanecer, tenía preparada una deliciosa sopa de “huesos carnudos”… 
Aún con las manos ensangrentadas, sostuvo la foto de su marido, esbozó una sonrisa y murmuró: Sí mi amor, “Contigo pan y cebolla”.

1 comentario:

  1. Texto: RoseMarie M Camus 2011 Copyright ©
    • Reservados todos los derechos de autor.

    ResponderEliminar

Gracias por estar presente y dejar tu valioso aporte. Me hace muy feliz...