Deshojó la flor
su canto de lluvia
y un suave olor,
subyugó los sentidos.
En las tardes del amor,
tú sonreías pistilos
y yo, aromaba silencios.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Vuelo de pájaros
entre el ruido citadino.
Explosión de un rayo,
marcando las horas
que nos aturden.
Así, hemos caído,
entrelazados
por el cielo y el viento,
hasta desterrar
nuestras alas.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Ha de llegar a su fin
la estación de lo vivido.
Su cuerpo impondrá
otros caminos,
donde no siga sus pasos,
quizás un bosque
perenne de estrellas
o la tierra,
diseminada en cenizas.
Así,
jamás nos encontraremos
en el andén que proclama
la nostalgia,
pero sí, el del olvido.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Se deshizo mi piel
entre las aguas de sal.
A lo lejos,
tu voz temblaba
diciendo mi nombre
y mis manos invisibles,
también te llamaban,
pero no me veías
y ahogabas el rostro,
conjurando tus lágrimas.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Crece
el despertar del mundo,
después de un sueño
que es tuyo y mío
y nos desposita
en sus brazos.
El volcán entiende,
la decisión de amarnos.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Tú,
no destruíste
el secreto
de mi amor.
Por el contrario,
lo amaneciste
en una amapola
que despertó
en su color,
el latido
de mi corazón.
© Internet Photography
© RoseMarie M Camus Poetry & Design
Ya no duele
el puñal en mi pecho,
pero a veces clava,
como insistiendo
sin querer,
en lo que no pudo ser.
© Internet Photography
© RoseMarie M Camus Poetry & Design
Fatigado en el tiempo,
concluyes la ruta y el nido
y acecha en tu mirada,
una luz oscura y siniestra,
la parte del alma,
que se esconde en la piedra.
Pero, yo te salvo
en cada palabra,
en que a hurtadillas,
es tu nombre,
el que desempolvo
y reescribo.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Se define su luz,
tan callada,
como el silencio.
Me propina
escarcha serpentina,
que brilla entre mis ojos
y ausculta mi nariz...
y yo creo,
en el mutismo
de ese amor.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Te has robado mis alas,
me has puesto brazos
y como a todo ser humano,
inservibles de sueños.
¿Cómo volaré hacia ti,
ahora que el mar,
no tiene horizontes?.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Eras cascada
de lluvia,
de trémula voz,
en el viento.
Eras agua
en mi rostro,
escurriendo.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Sombra,
que caminas con tu llanto
al principio de los días
y que muerdes,
al silencio del olvido...
corres lastimera,
tropezando.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Como si supieras,
contenías el mar
entre las lágrimas de tus ojos,
pero no llorabas
mas que el lamento
indestructible de sus olas
y agitabas mi mente,
para decirme que era yo,
la que bañaría con ellas
las orillas de mi rostro.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Josefita linda,
me rescatas,
me devuelves
sueños de alegría.
En tu voz,
en tus gestos,
en tu cálida sonrisa,
encuentro la ternura
de una suave brisa,
la emoción inmensa
de sentir,
que tú me das.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
De nada,
construyes todo
y vuelas entre ramas,
silencioso,
llenando la tarde.
Y en ese sendero,
en que se pierden tus pasos,
queda tu canto
de pájaro alegre,
de gota perenne,
de sueño de escarcha.
© Rafa G. Recuero Photography
© RoseMarie M Camus Poetry & Design
Y ahí estabas,
con tus formas transparentes
y tus sonidos de mar,
como alguien
que se detiene a saludar...
y yo, con mis ojos,
también de agua,
en el volar de esas alas,
en soledad.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography
Gato de camino pausado
y mirada sagaz,
sigo la ruta de tus pasos
entre tejados y ventanas
de siluetas escondidas,
de cortinas y disfraz.
© RoseMarie M Camus Poetry & Photography